lunes, 17 de diciembre de 2007

Reacción

Nuestra guerrilla no ha alcanzado la burocratización suficiente para tener un departamento de respuesta inmediata; Sin embargo, consideramos importante tomar una posición frente a múltiples declaraciones que desvanecen nuestro espacio imaginario y nos hacen existir solo en los delirios entre el insomnio y el sueño. Nos resistimos a exitir tan solo en la cascada del precipicio onírico. Es verdad: no somos ni aire ni agua, ni sueño ni vigilia, ni imaginación ni hecho. Como todas las cosas acontecer hacemos. Como la humedad de la cascada somos aire y somos agua. Permear queremos.

Nuestra guerrilla a diferencia de otras tiene un profundo respeto por la vida cotidiana. La vida cotidiana es nuestro ámbito de acción. Crecer queremos en ella. En la de todos y todas. Nuestras bombas no estallan. Ocurrir hacen y asoman en las cabezas de la gente. Estallan cuando existamos en el espacio colectivo como lo que somos: la pregunta incesante revolucionaria ¿por qué no puede ser diferente?

1 comentario:

Casi 30 dijo...

Justo esa es la pregunta Comandante. La revolución se vive desde muchos lugares distintos.

Saludos...